miércoles, 24 de septiembre de 2008

Crimen y castigo Dostoiesvki



Crimen y Castigo

Leer una novela realista en los tiempos que corren es una aventura recomendable, porque algunos escritores modernos, nuevos, intentan descubrir de nuevo el Mediterráneo.

Crimen y castigo es una excelente novela de largo aliento en varios sentidos. Extensa es su acción, adulterada con tramas secundarias que aportan una visión más completa de San Petersburgo en ese momento, dan distancia al lector para valorar la psicología de los personajes principales y ofrecen un solaz a la discusión politico-social-criminal que se trae entre manos el narrador. Largo aliento también por la profunddad de los temas que trata y del alcance de los mismos. Raskolnikov no es un asesino al uso, un ladrón sin más. Da una justificación moral y social al asesinato (nos valga o no dicha explicación), teoriza sobre el crimen, sobre el poder y sobre el dinero y sus múltiples facetas. Largo aliento también porque deja al lector exhausto. No es una novela policiaca, sin embargo el extraño comisario que lleva el caso se porta como si fuera un personaje del género, si bien, se nos omite el proceso de la investigación.

La novela narra la historia de un crimen y su efecto en el asesino. El entorno del asesino y su ambiente socioeconómico. Es una novela realista clásica que muestra un retazo de la vida de San Petersburgo a finales del S. XIX.

El dilema de toda la novela es el cuestionamiento del crimen, ¿tiene la sociedad alguna culpa en el crimen? ¿Es Raskolnikov víctima de sus circunstancias? ¿La miseria justifica el crimen? ¿Quién es el criminal, un héroe o un villano? En varias conversaciones se habla de todo esto y es muy interesante el punto de vista del asesino, aunque, en mi opinión, nada jsutifica la violencia.

Alrededor de Raskolnikov hay una galería de personajes con sus grandes miesrias y virtudes, un entramado social perfectamente dibujado.

La penetración psicológica del autor es otro elemento importante de la novela. El sufrimiento humano en toda su profundidad. Las miserias de la clase baja de la ciudad, su moral casi esclavista en el caso de Sonia... Katerina Ivánovna es el retrato de la mujer asfixiada por la miseria, en ella confluyen buena parte de los demás personajes. Encarna la miseria material y moral. En vida sometida a su marido alcohólico, y en su muerte aparentando un estatus por encima de lo que es, hasta llegar a la humillación absoluta y la muerte.

La madre y la hermana del protagonista se vuelcan en su educación, luego las circunstancias no eran tan malas, y él no responde bien al reto. Las que lo psan mal antes y después son estas dos muejres.

Y Napoleón atraviesa toda la novela: héroe de referencia para Raskolnikov.

Una novela total: acción, personajes con un mundo interior muy rico, ambientación extraordinaria... La estructura es lineal, como corresponde a la época y al medio en que se publica, el periódico. Eso también explica la continuidad de los capítulos. Cada parte termina con un acontecimeinto especial. El epílogo, creo, debería desaparecer, no aporta nada, salvo un final esperanzador, que podía haberse ahorrado.

A pesar de ese final, me ha gustado cómo viven los personajes los acontecimientos, cómo narra el ambiente, cómo cuenta los sueños de algunos personajes. Una novela imprescindible.

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