miércoles, 24 de septiembre de 2008

Fragmentos de cal Juan M. Barrado


Fragmentos de cal
Juan Manuel Barrado
Fragmentos de cal es largo poema sin principio ni fin, dedicado a Felipe Núñez y encabezado con citas de Zagajewski, Miguel Labordeta y Antonio Orihuela.
Poemas deshilvanados, versos que son como punzadas o como relámpagos, espacios en blanco (más que poesía del silencio se puede hablar de poesía a gritos, y referencias a un mundo que tampoco entendemos del todo.
Me gustan los libros que me desconciertan al pricipio, que me hacen sentir lo pequeño que es el mundo y lo isignificantes que somos. La poesía fácil no llega a la cena (te los meriendas). Prefiero el poema que produce vértigo.
Esta nueva entrega de Juan Manuel Barrado es un paso más desde Texto azul del café Rocco. Si entonces había un diario en ciernes, ahora es un continuo poema, apuesta arriesgada y sugerente.
Arriesgada porque no busca un lector sino un cómplice para desentrañar esos relámpagos fugaces que durante un tiempo se quedan dando vueltas sin asiento seguro en la cabeza. Senabre habla de mostrar el esqueleto en vez del músculo.
El poema no tiene ninguna indicación de título, aunque irónicamente hay un índice al final que reproduce exaactamente los primeros versos de cada página. Tampoco ha puntos ni comas que nos ayuden a secuenciar, alterar o acelerar el ritmo. Por eso decíamos que necesita un lector colaborador hasta en el ritmo. Veamos un ejemplo:
rabia
alcohol
luz
veneno horizonte
pobreza
avispas
y otra vez pobreza
no mirar en el diccionario
la palabra palestina

Este poema bien puede servir de pretexto para analizar el general. Palabras, conceptos, lugares, referencias... De alguna manera volvemos a la necesidad de la poesía, del arte, para explicar la realidad, pero con un cocepto de lo poético ambicioso, que englobe desde las guerras hasta nuestros orígenes culturales.
El poema se abre con las palabras donde hubo un paraíso y se cierra en la mitad del camino. En medio está la memoria, la reflexión, el compromiso solidario y la mirada fija en detalles que saltan de los informativos a los programas del corazón. La realidad de la televisión también es un continuo fluir sin pausa ni fin, donde se nos cuentan las verdades y las mentiras, los sueños y los deseos. El poema de Juan Manuel Barrado reproduce esa visión total del universo, donde Palestina se cruza con la pobreza y los documentales de avispas o sobre el comportamiento sexual de las arañas.
Leemos:
papel con fibra de trapo
donde unir lo nefando y lo inefable
el crimen la usura la metamorfosis
todo un bello programa

En este fragmento, uno más, volvemos a la descomposición de la visión lineal, como poética sustancial. Cuando creemos que va a enlazar una idea, nos ofrece otra vuelta de tuerca y nos encamina a otra idea nueva.
No se puede hablar de poesía desnuda ni del silencio, porque dice mucho y porque no está desnuda sino despojada de retoricismo, poesía nominal, que nombra pero no describe, que presenta pero no juzga, que nos recuerda.
Si algún sentido tiene la poesía hoy, después de lo que se ha escrito y de lo que se publica, es ése, doblegar el lenguaje a la realidad, someter al lector a una labor de recomposición y de cohesión, ha de enlazar esos sustantivos sueltos cuya yuxtaposición reaviva sus significados. No es un libro para autocomplacencia. Supone un esfuerzo y ahí encontramos su mejor virtud.
Texto con una cuidada presentación, prólogo del profesor Senabre, es una muestra más de lo que se hace en Extremadura (el libro está publicado en El Gaviero, editorial de Almería).
Es un excelente poema que aporta a la poesía extremeña una muestra más de buen sentido que están tomando los poetas en estas tierras. Leedlo y seguro que lo entendéis mejor.
Un poema excelente.

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