miércoles, 24 de septiembre de 2008


Kazuo Ishiguro
Una magnífica novela.
En la línea de Un mundo feliz de Huxley, pero con un planteamiento y un desarrollo completamente distinto, Ishiguro ha escrito una extraordinaria novela entre la realidad y la ficción. Una novela inquietante, que provoca más sensaciones que muchas que tratan de reflejar la realidad en la que se desarrollan. Su autor dice que la idea surgió de un plantemiento deltipo ¿qué pasaría si...?, como Kafka o Philip Roth en La conjura contra américa.
“A comienzos de los años 90 me puse a escribir una novela sobre un grupito de estudiantes que tenían algo distinto pero que básicamente discutían de libros, se peleaban y se enamoraban como todos los demás. Sabía que un destino extraño los aguardaba, pero no sabía exactamente cuál, y entonces abandoné el proyecto. Un par de años más tarde volví a intentarlo con el tema de las armas nucleares, dándole un tinte a la cuestión, pero no funcionó. Finalmente en 2001, cuando todo el mundo estaba con el asunto de la ovejita Dolly, escuché un programa científico en la radio y se me ocurrió que si mis protagonistas fuesen clones, creados para que los seres humanos pudieran usarlos en transplantes y descartarlos, la historia tendría una lógica, y todo cerró. Lo que yo quería contar era que la vida humana es limitada y todos debemos enfrentar el envejecimiento y la muerte propia y de los seres amados.”
Así explica Ishiguro el origen de la novela. Creo que consigue un ambiente extraño. En la segunda y tercera parte del libro, te encuentras cómo se va descubriendo la verdad. Y esa parte en la que observas (lees) que los personajes no tienen sentimientos es muy impactante. El resumen que viene en la solapa es importante: “A primera vista, los jovencitos que estudian en el internado de Hailsham son como cualquier otro grupo de adolescentes. Practican deportes, o tienen clases de arte donde sus profesoras se dedican a estimular su creatividad. Es un mundo hermético, donde los pupilos no tienen otro contacto con el mundo exterior que Madame, como llaman a la mujer que viene a llevarse las obras más interesantes de los adolescentes, quizá para una galería de arte, o un museo. Kathy, Ruth y Tommy fueron pupilos en Hailsham y también fueron un triángulo amoroso. Y ahora, Kathy K. se permite recordar cómo ella y sus amigos, sus amantes, descubrieron poco a poco la verdad. El lector de esta espléndida novela, utopía gótica, irá descubriendo que en Hailsham todo es una re-presentación donde los jóvenes actores no saben que lo son, y tampoco saben que no son más que el secreto terrible de la buena salud de una sociedad.”
Es una novela que levanta sentimientos extraños, de un lirismo desconcertante y un ritmo que encierra una historia que te desasosiega. Es una novela de personajes. Demasiado humanos, en mi opinión. Kathy y Tommy desprenden una ternura fuera de los normal. Al menos a mí me hicieron pasar un mal rato, me encontré de lleno metido en sus vidas artificiales. Esperaba que de alguna manera supieran salir de esa atmósfera cerrada de los donantes, y no lo hicieron. Ese final me dejó fuera de juego. Y esperaba que no se salieran del guión, literariamente es lo mejor.
La trama está bien narrada, intensa, siempre al filo entre lo sentimental y lo científico, pero que no se llega a explicar. No es una novela de ciencia ficción, no entra en detalles bioéticos, ni creo que lo necesite. Por cierto ¿puede haber ciencia ficción hacia atrás, en los años 50-90?. La novela sólo entra en las relaciones entre los tres personajes. Un recurso ya visto en algunos títulos anteriores de la ciencia ficción, pero que sigue dando buenos frutos.
Una reflexión seria y alejada de apriorismos morales. Reflexión en varios sentidos, pues la narradora, a través de sus recuerdos también hace examen de su vida, incluso duda cuando aparece el amor con Tommy. Y el lector no deja de hacerse preguntas, porque el libro es absolutamente actual en el tema que trata, todos hemos oído cientos de noticias sobre este asunto.
¿Tienen alma? ¿Tenemos alma los demás? ¿Qué es el sentimiento? ¿Cómo vemos la muerte los “hombres normales”? La conversación que tienen al final con Madame y con la señorita Emily es frustrante y brillante a la vez.
Me ha parecido que la novela es muy interesante, de una complejidad moral que asusta, de una capacidad de mantener la atención envidiable. Y que en medio de la trama científica provoca unos sentimientos más que humanos, el nudo en la garganta aparece varias veces y no soy dado a la sesiblería.
No me atrevo a analizar ni la trama ni la trascendencia de la novela. Leedla. Apunto algunos comentarios interesantes sobre la misma.
Una novela inquietante. Inexcusable.
http://www.patricio00.com/post/2005/11/nunca-me-abandones.html
http://elrincondenacho.blogspot.com/2006/01/nunca-me-abandones-consideraciones.html
http://memoriasdeunfriki.blogspot.com/2006/03/nunca-me-abandones-de-kazuo-ishiguro.html
http://www.letraslibres.com/index.php?art=11059
http://www.lenguaensecundaria.com/resenas/abandone.shtml

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