miércoles, 24 de septiembre de 2008


EL escritor egipcio Naguib Mahfuz empieza la “trilogía del Cairo” con la novela Entre dos palacios, crónica de la ciudad de El Cairo en 1919, mientras los ingleses estaban asentados en Egipto, bajo un Protectorado que introdujo en los habitantes de la ciudad un sentimiento de invasión, debatiéndose entre la tranquilidadd que imponía su religión y sus costumbres y la inevitable desazón de convivir con los soldados ingleses.
La novela retrata la vida familiar de Ahmad Abd el-Gawwad. Una familia de clase media, de comerciantes cuyo poder se centra en la figura del padre, que somete a su familia a una férrea disciplina. La novela es una reflexión sobre la educación intransigente, que anula personalidad de sus miembros.
La trilogía, compuesta por Entre dos palacios (بين القصرين), Palacio del deseo (قصر الشوق) y La azucarera (السكرية), y fue publicada entre 1956 y 1957.
Novela de lectura obligada para quien quiera entender el mundo islámico y egipcio, que reinventa Las mil y una noches con un lenguaje actualizado, una altura literaria insuperable y un ritmo narrativo apasionante. Una narración lúcida, con un narrador omnisciente y una concepción novelística cercana al realimo decimonónico con todas las connotaciones positivas que ello conlleva.
Entre la novela histórica, el costumbrismo, la religión y otros elementos, el género narrativo sirve de recipiente para una historia llena de ternura y crueldad, de amor y sometimiento, de personajes que viven y sienten, que tiemblan delante del patriarca, que ríen cuando están sin él. No hay ni una sola línea que sobre, porque no hay momento para la distensión, no hay descanso para el lector. Desde la primera escena, en la que Amina se duerme esperando al señor, se despierta cuando llega, hasta la muerte del hijo en una manifestación pacífica. Qué bien están retratados todos los miembros de la familia, con qué sagacidad psicológica, con qué dominio de las técnicas de narración.

Lo mejor
a) Un narrador entregado a su oficio que no descansa ni desfallece en ningún momento. Un narrador omnisciente y omnipotente que conoce la trama a la perfección y dosifica el discursos naarativos para que el lector no pierda el hilo en ningún momento ni tenga sensación de abandono.
b) Unos personajes muy bien dibujados, con descripciones minuciosas y certeras. Pero en ningún momento cansinas.
El personaje de Amina es el que más me gusta, por su comprensión y ternura con todos, por cómo resuelve el enfado de su marido cuando va ala mezquita.
El otro gran personaje, divertido y cariño es Kamal, feo, con cabeza grande y ojos pequeños.
c) Una historia bien trazada: costumbrismo, sociedad, religión, historia, sentimientos... Absolutamente humana.
d) Un discurso literario brillante y vibrante. Novela realista, lineal, con protagonista colectivo, de corte urbano en una ciudad musulmana.
e) Temas que trata: LA EDUCACIÓN, mal entnedida por el padre y admitida sin rechistar por el resto de la familia. El matrimonio por encargo y sus consecuencias. El sexo en varias dimensiones: matrimonial, con prostitutas de alto copete, deseo carnal como necesidad humana. La religión. El protectorado inglés y su huella en la vida cotidiana. Y otros temas de menor relevancia.
f) Las comparaciones abundantes, plásticas, originales y sorprendentes. Es uno de los rasgos literarios más impresionantes, la capacidad de inventar comparaciones nuevas, no trilladas.
g) La intención: crítica de de la sociedad y su educación desenfocada, una sociedad anclada en unos valores que se tambalean por agentes externos (los ingleses) e internos.
Una novela recoçndable para todos los públicos. Una novela fundamental del siglo XX.
Y ahora a por la segunda parte.

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