No voy a discutir más sobre novela histórica y los límites del género. Tampoco si los hechos son posibles o no. La novela de Jambrina funciona muy bien como novela, la trama está muy bien trazada. Salamanca tiene otra novela más y está a la altura de las circunstancias. Se pongan como se pongan, la novela está muy bien.
Fernando de Rojas es el encargado de desvelar un asesinato (luego son más) en una Salamanca de finales de la Edad Media y con el Renacimiento ya merodeando en más catedráticos de los que le gustaría a la iglesia. Por la novela vemos pasar a Fernando de Rojas, converso pero con todos los problemas que tienen los conversos, la Inquisición pisándole los talones; también aparecen comerciantes, putas, clérigos de distinto pelaje, La Celestina...
Los temas que trata la novela son varios, además del asesinato motivado por una lucha de poder dentro de la universidad, entre dominicos y otros estamentos políticos y universitarios, la inquisición y sus controversias, la miseria salmantina de entonces, el humanismo, la apariencia y la verdad. En realidad es una apología del mundo que se avecinaba, abandonando la oscuridad medieval, la libertad de pensamiento frente al oscurantismo religioso, la pasión de vivir enfrentada a la cultura de la muerte. Es una novela de la llegada del Renacimiento.
Salamanca ya está muy cambiada, pero se pueden visitar varios de los sitios que aparecen, excepto la Cueva de Salamanca, abierta al público en su parte inicial solamente. En la gran esplanada que dice Rojas que había un mercado, se alza ahora la maravillosa plaza mayor, el mercado y la iglesia de San Martín, muy deteriorada pero sigue firme, el Pozo Amarillo, la Tenerías, etc. Puede hacerse un recorrido literario muy interesante, desde el convento de San Esteban hasta la Cueva de Salamanca, pasando por la catedral, universidad vieja y nueva, puente romano, Peña Celestina, hasta desembocar finalmente en la Cueva de Salamanca. El recorrido puede hacerse desde distintos puntos de vista, el que propongo es el que aparece en ellibro, pero hay otros muchos posibles.
Fernando de Rojas se está preparando para ser un hombre de leyes, quizá el lector más avisado sabe que un par de años después saldría a la luz la compleja obra Tragicomedia de Calixto y Melibea, luego La Celestina, cuyo germen enlace de forma magistral el profesor Jambrina. Da la vuelta al tan manido primer tratado de La Celestina, tratando de explicar de forma novelesca cómo pudo Rojas llegar a encontrarse ese primer episodio de la obra. Me gusta también cómo aparece el mundillo de Salamanca tanto de la universidad, como del vulgo. Seguramente hoy todavía en las universidades hay intrigas, otras inquisiciones y otros prostíbulos o formas de satisfacer las pasiones. El mundo no ha cambiado tanto, en algunos aspectos.
De la estructura de la novela, del estilo y de los aspectos narrativos no digo nada porque no necesita mucha explicación. Leedla y disfrutadla.
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