jueves, 14 de enero de 2010

EN LAS MONTAÑAS DE LA LOCURA HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT


Las novelas de Lovecraft son complejas tanto en los temas que abordan como en los personajes misteriosos que aparecen en ellas. En Las montañas de la locura una expedición antártica le sirve para mostrarnos un mundo primigenio, olvidado y misterioso, en las frías montañas de un continente que en otras épocas (500 millones años) estuvo poblado por unos seres de los que se conserva una ciudad perfectamente construida, en cuyos muros perviven suficientes imágnes como para descifrar su vida y costumbres, incluso buena parte de su historia. Novela poblada de seres misteriosos (los Antiguos que ya no están, los «shogoths» con su aspecto cambiante, entre anfibios y multiformes, los pingüinos blancos sin ojos y sus terribles graznidos, los Primordiales,... ) y de un asfixiante ambiente. Y vuelve a aparecer algunos elementos constantes en sus novelas como la famosa obra Nicronomicón y la cultura de Cthulhu .
Novelista de terror, tiene todo un mundo a cuestas que se va poblando a lo largo de su carrera, enriqueciendo en todos los sentidos, con referencias literarias y culturales aparentemente dispersas, pero unidas fuertemente por una cultura tan bien documentada como bien asimilada y utilizada.
Otro aspecto importante destacable de la novela es su posición dentro de los que se llama la "vulgata antártica", novelas, reportajes, viajes y otras formas de aproximación a la Antártida. Si Poe inicia la línea de novelas antárticas con la aventura de Arthur Gordom Pym, seguido por Julio Verne y otros escritores actuales (ver la entrada anterior), Lovecraft nos entrega este magnífico relato que es una confesión y, al mismo tiempo, un alegato en contra de una nueva expedición antártica. Y en la novela encontramos buena parte de los aspectos que aparecen ya tanto en las novelas antárticas como en los documentales de los primeros exploradores del continente blanco: Scott, Shackleton y Amundsen. A saber: la expedición parte de la universidad de Miskatonic y tiene un fin científico (como las de Shackleton, Amundsen y Scott), pero el objetivo se tuerce y se inician una serie de aventuras de supervivencia y destrucción, del hombre contra la naturaleza, no hay personajes femeninos, problemas de abastecimiento alimentario y material, la fascinación del continente por encima de los personajes, en fin, todo una serie de elementos que casi hacen de la Antártida un tema literario recurrente.
Lovecraft añade una novedad que es una de sus constantes: creación de un mundo nuevo y abandonado en la Antártida, los seres antes mencionados y las referencias al Nicronomicón.
La novela está narrada en primera persona por el protagonista de la expedición y más que de escenas de terror, lo que tiene es un halo misterioso desde que pisan la tierra del continente. La atmósfera de incertidumbre mientras recorren la ciudad a lomos de unas montañas que llama de la locura. Y el grito de terror, "Tekeli-li", tomado de Poe, no en vano se considera a esta novela como una suerte de continuación de la narración de Gordon Pym. Para este tema puede consultarse el estudio de Sergio Fritz donde aparecen muchas idas sobra la comparación de tres novelas antárticas.
La lectura de la novela resulta ardua en ocasiones, pero muy interesante en conjunto.

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