La Pricesa Durmiente va a la escuela, de Torrente Ballester; La casa de las bellas durmientes de Kawabata y Memoria de mis putas tristes de García Márquez son tres novelas con algunos elementos comunes. En todas ellas se retoma el cuento de La bella durmiente, auqnue desde ópticas distintas.
Yawabata, en cambio, plantea un argumento mucho más sencillo: un prostíbulo de mujeres dormidas para ancianos adinerados en el que todo está permitido, excepto tocar a las muchachas narcotizadas. La trama central es la "relación" que tiene un cliente con dos muchachas. una novela exqusita, para lectores avezados que buscan otro tipo de literatura.
Memoria de mis putas tristes es un homenaje de García Márquez a la novela japonesa. Recrea el argumento añadiendo su particular punto de vista. La putas siempre fueron muy queridas a García Márquez, al menos en sus memorias y en su literatura, no es la primera vez que recurre a ellas. No tenemos más que recordar a la Cándida Eréndida o a los amores pagados de Florentino Ariza, por poner dos ejemplos conocidos.
Cualquiera de las tres novelas son interesantes, pero leídas juntas, el tema cobra una relevancia espectacular, porque las recurrencias se disparan y los mecanismos se alimentan.
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